El pacto que no cambiará nada
Por Gareth Porter
Este artículo se publicó hace más de diez años. Las informaciónes que contiene puede estar incompleta o desactualizada.
Los acuerdos firmados entre Washington y Kabul se presentan como el medio para que el pueblo de Afganistán se haga cargo de su propio destino y Estados Unidos ponga fin a la guerra que inició contra ese país hace casi 11 años. Pero una lectura más minuciosa sugiere lo contrario.
Los dos gobiernos firmaron una Asociación Estratégica Duradera con Afganistán y varios memorandos de entendimiento.
Pero el único acuerdo sustancial alcanzado, y bien oculto entre esos documentos, es el que autoriza a las Fuerzas de Operaciones Especiales (SOF) de Estados Unidos a seguir efectuando redadas nocturnas contra domicilios particulares en territorio afgano, odiadas por la población de zonas pashtunes.